Siguiendo en esta reciente tendencia
de desviarme de aspectos académicos, hablemos hoy sobre retos personales.
La palabra “pasión” es muy
interesante, podemos concordar en su significado pero esta toma distantas
formas para cada persona. Algunos de mis amigos disfrutan de tocar la guitarra
o el piano, mientras otros no imagina su vida sin un buen libro en la mano. Hay
quienes no pueden pensar su vida sin televisión. Y claro la pasion no se limita
únicamente a una actividad sino a eso que nos trae satisfacción y deleite y que
nos fuerza a dar gran parte de nuestra atención.
Una de mis pasiones es los retos físico-mentales.
Esa actividad que te imaginas y a la cual tu primer instinto es pensar que no
me es posible realizar. Les llamo retos físico-mentales porque son ese tipo de
retos que requieren una buena parte de preparación física pero fundamentalmente
requieren fuerza de voluntad, paciencia y perseverancia.
Un reto de este tipo fue el correr
mi primera maratón (42.2 kilimetros). Una hora era el mayor tiempo que había corrido,
record del cual me sentía bastante orgulloso. Un buen día tuve la idea de
hacerlo y luego de prepararme por 3 meses y medio estaba listo para correr mi
primera maratón, la cual termine exitosamente en 4 horas y 25 minutos. Esto se volvió
una tradición anual que he llevado a cabo por los últimos 3 años de mi vida.
Otro reto muy interesante fue el subir las escaleras de uno de los edificios más altos del mundo. Por una buena coincidencia, en Taiwan se encuentra el edificio Taipei 101, el cual en algún momento fue el mas alto del mundo y que continua siendo uno de los rascacielos más altos. El evento se realiza cada año, y consiste en tomar las escaleras desde el piso1 hasta el piso 91, lo cual me tomo 24 minutos terminar. Fue una experiencia muy interesante y satisfactoria aunque debo admitir que es mas fácil de lo que parece.